Paso a paso:

1. Calienta la leche y derrite el chocolate:
   • Reserva un vaso de leche a temperatura ambiente y calienta el resto en una cacerola a fuego medio. No debe hervir, solo estar caliente para facilitar el derretimiento del chocolate.
   • Trocea el chocolate en pedazos pequeños y agrégalo a la leche caliente, removiendo constantemente para que no se pegue ni se queme.
2. Prepara la mezcla con la maicena:
   • Diluye la maicena en el vaso de leche reservado y mézclala bien para que no queden grumos.
   • Añade esta mezcla a la cacerola con el chocolate derretido, removiendo constantemente hasta que espese y obtengas una crema suave. Si el chocolate no tiene azúcar, este es el momento de endulzarlo al gusto.
3. Monta la tarta:
   • Forra un molde con papel de horno o papel sulfurizado para facilitar el desmoldado.
   • Cubre el fondo del molde con una capa de crema de chocolate.
   • Añade una capa de galletas, colocándolas bien juntas. Si es necesario, córtalas para que encajen perfectamente.
   • Repite las capas alternando chocolate y galletas hasta terminar con una capa de galletas en la parte superior.
4. Refrigera:
   • Cubre la tarta con papel film o de aluminio y refrigérala por al menos 4 horas. Si la dejas toda la noche, las galletas absorberán el chocolate y la textura será aún mejor.
5. Desmolda y decora:
   • Retira la tarta del frigorífico, desmóldala con cuidado y quítale el papel.
   • Decórala al gusto con ralladura de chocolate, almendras laminadas, nata montada, fresas frescas o virutas de coco.
6. Sirve y disfruta:
   • Corta la tarta en porciones con un cuchillo afilado y sorprende a todos con sus capas perfectas y su delicioso sabor.