- 600 ml de caldo de pescado o verduras (o agua)
- 550 g de garbanzos cocidos (en conserva o preparados previamente)
- 250 g de bacalao desalado
- 150 g de espinacas frescas
- 150 g de tomate rallado
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 1 rebanada de pan frito
- 20 g de almendras tostadas (unas 20 unidades)
- 4 huevos cocidos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Preparación paso a paso
1. Preparar los ingredientes básicos
- Corta y ralla: Pica finamente la cebolla y ralla los tomates.
- Lava y trocea: Asegúrate de que las espinacas estén bien lavadas. Corta el bacalao desalado en trozos pequeños.
2. Sofrito base
- Calienta un chorrito de aceite de oliva en una cazuela grande a fuego medio.
- Sofríe la cebolla con una pizca de sal hasta que esté dorada.
- Agrega el tomate rallado y cocina hasta que el sofrito reduzca y adquiera una textura densa.
3. Incorporar garbanzos y caldo
- Añade los garbanzos escurridos al sofrito.
- Vierte el caldo o agua hasta cubrir los garbanzos. Lleva a ebullición.
4. Añadir las espinacas
- Incorpora las espinacas poco a poco, removiendo para que se mezclen con el caldo. Deja cocinar a fuego lento durante 10 minutos.
5. Preparar la picada
- En una sartén pequeña, sofríe el ajo, las almendras y el pan hasta que estén dorados.
- Tritúralos en un mortero o procesador hasta obtener una pasta homogénea.
6. Cocinar el bacalao
- Añade la picada a la cazuela para espesar el caldo y dar sabor.
- Incorpora los trozos de bacalao y tapa la cazuela. Cocina durante 5 minutos más a fuego lento.
7. Servir y decorar
- Decora cada plato con los huevos cocidos cortados en mitades o cuartos.
- Sirve caliente en un plato hondo o bol.
Consejos para un potaje perfecto
- Legumbres cocidas en casa: Si prefieres usar garbanzos secos, déjalos en remojo la noche anterior y cocínalos hasta que estén tiernos antes de usarlos.
- Espinacas frescas vs. congeladas: Aunque puedes usar espinacas congeladas, las frescas aportan un sabor y textura más naturales.
- Toque especial: Si te gusta experimentar, prueba añadir una pizca de comino o una cucharadita de curry para un toque exótico.
Sugerencias de acompañamiento
Este potaje es una comida completa, pero puedes acompañarlo con:
- Pan crujiente para mojar.
- Una ensalada ligera para balancear el menú.
¡Disfruta de este potaje de garbanzos con espinacas y bacalao, un plato lleno de tradición y sabor que siempre deja satisfecho a todos en la mesa!