1. Preparar las Patatas: El Corte y Rebozado Clave

1. Pelar y cortar: Pela las patatas, lávalas bajo agua fría y sécalas bien con un paño limpio o papel de cocina.
2. Cortar en rodajas: Corta las patatas en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor.
   • Consejo: Intenta que las rodajas sean de un grosor uniforme para que se cocinen de manera homogénea.
3. Rebozar: Pasa cada rodaja de patata primero por harina, asegurándote de que queden bien cubiertas por ambos lados. Luego, pásalas por los huevos batidos, a los que habrás añadido una pizca de sal.
   • Consejo: Sacude el exceso de harina antes de pasar las patatas por el huevo.

2. Freír las Patatas: Un Toque Dorado y Crujiente

1. Calentar el aceite: En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva a fuego medio-alto.
2. Freír las patatas: Fríe las rodajas de patata rebozadas en el aceite caliente, en tandas, hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados.
   • Consejo: No amontones las patatas en la sartén para que se frían de manera uniforme.
3. Escurrir el aceite: Una vez fritas, retira las patatas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Reserva.

3. Preparar el Sofrito: La Base Aromática del Guiso

1. Picar la cebolla: Pela y pica finamente la cebolla.
2. Preparar el majado (opcional): Si tienes un mortero, prepara un majado con los dientes de ajo pelados, unas hebras de azafrán, un poco de perejil fresco y una pizca de sal. Machaca todo bien hasta obtener una pasta. Si no tienes mortero, pica finamente los ajos y el perejil y mézclalos con el azafrán.
3. Calentar el aceite: En una cazuela o sartén grande y honda, calienta 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio.
4. Sofreír la cebolla: Añade la cebolla picada y sofríela hasta que esté transparente y ligeramente dorada, aproximadamente 5 minutos.
5. Añadir el majado: Si has preparado el majado, agrégalo a la cazuela y remueve bien para que se integre con la cebolla. Si no, añade el ajo picado y el azafrán directamente. Sofríe un minuto más.
6. Añadir la harina: Incorpora una cucharada sopera de harina, y mezcla bien.

4. Cocinar con Vino y Caldo: Creando la Salsa

1. Desglasar con vino blanco: Vierte el vino blanco en la cazuela y sube el fuego a medio-alto. Deja que el alcohol se evapore durante 2-3 minutos, removiendo de vez en cuando. Esto se llama “desglasar” y ayuda a recoger todos los sabores que han quedado en el fondo de la cazuela.
2. Añadir el caldo: Vierte el caldo de carne caliente en la cazuela.
3. Rectificar la sazón: Prueba la salsa y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto.
4. Añadir el laurel (opcional): Si decides usarlo, añade una hoja de laurel a la salsa para darle un aroma sutil.

5. Cocinar las Patatas a la Importancia: El Paso Final

1. Incorporar las patatas: Con cuidado, coloca las rodajas de patata fritas en la cazuela, distribuyéndolas de manera uniforme en la salsa.
2. Cocción a fuego lento: Reduce el fuego a bajo, tapa la cazuela y deja que las patatas se cocinen a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos.
   • Consejo: Remueve la cazuela de vez en cuando con un movimiento suave de vaivén para evitar que las patatas se peguen al fondo. No uses una cuchara para no romperlas.
3. Comprobar la cocción: Las patatas estarán listas cuando estén tiernas al pincharlas con un tenedor.

6. Servir: Presentación y Degustación

1. Reposar (opcional): Una vez listas, deja reposar las Patatas a la Importancia unos minutos antes de servirlas para que los sabores se asienten.
2. Espolvorear con perejil: Espolvorea con perejil fresco picado justo antes de servir para un toque de color y frescura.
3. Servir caliente: Sirve las Patatas a la Importancia bien calientes, directamente de la cazuela o en platos individuales.