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Pastel “Locura Mundial”: El Bizcocho Esponjoso con Cobertura Cremosa que Conquista a Todos


  • Author: joana

Description

Descubre el Pastel “Locura Mundial”: masa esponjosa y cobertura cremosa irresistible. ¡Receta fácil para un dulce que enamora al mundo!


Ingredients

Scale

Aquí está todo lo que uso, medido con cariño:

  • Para la Masa:
    • 100 ml de leche entera, tibia
    • 10 g de levadura seca de panadero (o 25 g de levadura fresca de panadería)
    • 2 huevos grandes, a temperatura ambiente
    • 10 g de azúcar vainillado (o 1 cucharadita de extracto de vainilla + 1 cucharadita de azúcar)
    • 2 cucharadas colmadas (aproximadamente 30 g) de azúcar blanco
    • Una pizca de sal fina
    • 250 g de harina de trigo de fuerza (o harina de media fuerza)
    • 50 g de mantequilla sin sal, derretida y enfriada
  • Para la Cobertura:
    • 50 g de harina de trigo de todo uso
    • 100 g de azúcar blanco
    • 75 g de mantequilla sin sal, derretida (o fría y cortada en dados)
    • 200 ml de nata para montar (con al menos 35% de grasa), fría

Pongo todo en mi mesa y siento que estoy por armar algo increíble. Con esto sale un pastel perfecto para 8-10—ideal para compartir o guardar si me pongo celosa. Es mi lista de oro para un día dulce. Siempre reviso que tenga todo antes de arrancar—mi truco para no correr a última hora. ¿Qué peor que darte cuenta que te falta nata a medio camino? Así me mantengo relajada y lista.


Instructions

Paso 1: Activar la Levadura (si usas fresca)
¡Empecemos con ilusión!—en un bol pequeño, mezcla 100 ml de leche entera tibia con 25 g de levadura fresca desmenuzada y 1 cucharadita del azúcar blanco de la receta (yo robo un poquito de los 30 g). Revuelve suavemente con una cucharita y déjalo reposar 5-10 minutos hasta que burbujee—me encanta ver esa espuma, es como magia viva (si no sube, la levadura está kaput, ¡usa una nueva!). Si tienes 10 g de levadura seca, échala directo en el paso 2—es mi atajo favorito.

Paso 2: Preparar la Masa Base
En un bol grande, pon 250 g de harina de trigo de fuerza—haz un hueco en el centro como un volcán (me siento como escultora jugando con harina!). Añade 2 huevos grandes, 10 g de azúcar vainillado (o 1 cucharadita de extracto de vainilla + 1 cucharadita de azúcar), 2 cucharadas colmadas de azúcar blanco (30 g), una pizca de sal fina y la mezcla de leche con levadura (o solo la leche tibia si usaste levadura seca)—revuelve desde el centro con una espátula o tus manos, juntando todo poco a poco (el aroma a vainilla ya me tiene soñando!).

Paso 3: Incorporar la Mantequilla
Vierte 50 g de mantequilla sin sal derretida y enfriada—mezcla con ganas hasta que se forme una masa áspera (me encanta sentir cómo se une bajo mis dedos!). No te apures, deja que la mantequilla se integre bien—es pegajosa al principio, pero eso es normal (yo siempre me tiento de probar un poquito aquí!). Sigue mezclando hasta que todo esté combinado—es el inicio de algo esponjoso y rico.

Paso 4: Amasar con Cariño
Lleva la masa a una superficie ligeramente enharinada—amasala enérgicamente por 8-10 minutos, estirándola y doblándola hasta que quede lisa, elástica y no se pegue a las manos (mi cocina se llena de energía mientras lo hago!). Si está muy pegajosa, espolvorea una cucharada de harina, pero no te pases—queremos que siga suave (yo cuento los minutos y siento que estoy moldeando un tesoro!). Si tienes un robot con gancho, amasa 6-8 minutos a velocidad media-baja—es mi truco cuando estoy vaga.

Paso 5: Primer Levado
Forma una bola con la masa—colócala en un bol engrasado con un poquito de aceite o mantequilla (me encanta ese brillo que le da!). Cubre con film transparente o un paño húmedo y déjala levar en un lugar cálido por 30 minutos, hasta que crezca (yo la pongo cerca del horno o en un rincón soleado—verla inflarse es pura magia!). Este reposo es clave para esa textura esponjosa que nos vuelve locos.

Paso 6: Preparar el Molde
Engrasa y enharina un molde rectangular de 27 x 18 cm—o fórralo con papel de horno si prefieres (yo lo engraso con mantequilla y me siento pro!). Vierte la masa levada en el molde—extiéndela con las manos o una espátula para que quede pareja y déjala reposar 15 minutos más (me emociono viendo cómo se asienta!). Precalienta el horno a 180°C mientras esperas—el calor está por hacer su magia.

Paso 7: Hornear la Primera Fase
Mete el molde al horno por 25 minutos—vigila hasta que suba y empiece a dorarse (mi cocina se llena de un aroma que me hace contar los minutos!). No abras el horno antes—deja que el bizcocho haga su trabajo (yo siempre miro por la ventanita como niña!). Sácalo con cuidado cuando esté listo—es hora de la cobertura.

Paso 8: Preparar la Cobertura
En un bol, mezcla 50 g de harina de trigo de todo uso, 100 g de azúcar blanco y 75 g de mantequilla sin sal derretida—revuelve hasta que se combine (yo amo esa textura arenosa, pero si quieres grumos, usa mantequilla fría en cubitos y mezcla con los dedos!). Bate 200 ml de nata para montar fría hasta que espese un poquito—no la montes del todo, solo dale cuerpo (me siento como pastelera con ese batido suave!). Si prefieres, usa nata líquida o leche evaporada—es tu toque personal.

Paso 9: Cubrir y Hornear de Nuevo
Saca el bizcocho del horno—vierte la cobertura encima, esparciéndola bien con una cuchara o espátula (me encanta ver cómo se reparte esa dulzura!). Vuelve a meterlo al horno por 8-10 minutos más—vigila hasta que la cobertura esté doradita y el bizcocho cocido (el olor a mantequilla y azúcar me tiene babeando!). Sácalo cuando esté perfecto—ese color oro es pura locura mundial.

Paso 10: Enfriar y Disfrutar
Deja el pastel enfriar en el molde unos minutos—pásalo a una rejilla para que se enfríe del todo (es duro esperar, pero si lo cortas caliente, se desarma!). Corta un trozo—mira esa masa esponjosa y esa cobertura cremosa—y prueba; te juro que vas a suspirar como yo la primera vez (¡es una locura de rico!). Sírvelo con un café o guárdalo para compartir—es tan bueno que no dura mucho en mi casa.

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