1. Preparar el Chocolate: Fundiendo para una Mezcla Homogénea

1. Derretir el chocolate: Trocea el chocolate negro en onzas o trozos pequeños.
2. Funde el chocolate: Puedes fundir el chocolate de dos maneras:
   • Al baño maría: Coloca un bol resistente al calor sobre una cacerola con agua hirviendo a fuego lento, asegurándote de que el fondo del bol no toque el agua. Añade el chocolate al bol y remueve constantemente hasta que esté completamente derretido y suave.
   • En el microondas: Coloca el chocolate en un bol apto para microondas. Caliéntalo en intervalos de 20-30 segundos, removiendo bien después de cada intervalo, hasta que esté completamente derretido. Ten cuidado de no sobrecalentarlo, ya que el chocolate puede quemarse fácilmente.
3. Enfriar: Una vez derretido, retira el chocolate del fuego o del microondas y deja que se enfríe un poco antes de integrarlo a la mezcla.

2. Mezclar los Ingredientes Secos: Asegurando una Distribución Uniforme

1. Tamizar: En un bol mediano, tamiza la harina y el polvo para hornear. Esto ayuda a airear los ingredientes secos y asegura que se mezclen de manera uniforme, evitando grumos en la masa.
2. Añadir la sal: Agrega una pizca de sal al bol con la harina y el polvo para hornear.
3. Combinar: Mezcla bien los ingredientes secos con una cuchara o un batidor de mano hasta que estén completamente combinados. Reserva.

3. Cremar la Mantequilla y el Azúcar: La Base de la Esponjosidad

1. Preparar la mantequilla: Asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que sea fácil de batir.
2. Batir: En un bol grande, usa una batidora eléctrica o un batidor de mano para batir la mantequilla y el azúcar juntos. Hazlo a velocidad media-alta durante unos 2-3 minutos, hasta que la mezcla se aclare y tenga una textura cremosa y esponjosa.

4. Agregar los Huevos y la Vainilla: Enriqueciendo la Masa

1. Incorporar los huevos: Añade los huevos uno a uno a la mezcla de mantequilla y azúcar, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que cada huevo esté completamente incorporado antes de añadir el siguiente.  
2. Añadir la vainilla: Incorpora la cucharadita de extracto de vainilla y mezcla hasta que esté bien combinada.

5. Agregar el Chocolate Derretido: El Toque Decadente

1. Verter el chocolate: Vierte el chocolate negro derretido (y ya algo enfriado) en la mezcla de mantequilla, azúcar, huevos y vainilla.
2. Mezclar: Mezcla todo suavemente con una espátula o a velocidad baja con la batidora, hasta que el chocolate esté completamente integrado y la mezcla tenga un color uniforme.

6. Añadir los Ingredientes Secos: Integrando con Cuidado

1. Incorporar en partes: Agrega la mezcla de harina, polvo para hornear y sal a la mezcla húmeda en tres partes, alternando con la leche. Comienza y termina con los ingredientes secos.
2. Mezclar a velocidad baja: Bate a velocidad baja después de cada adición, mezclando hasta que los ingredientes estén justo combinados. Evita batir en exceso para no desarrollar demasiado el gluten de la harina, lo que podría resultar en un pastel más denso.

7. Hornear: Hacia la Perfección Esponjosa

1. Preparar el molde: Engrasa y enharina un molde para pastel. Sacude el exceso de harina.
2. Verter la mezcla: Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la parte superior con una espátula.
3. Hornear: Hornea en el horno precalentado a 180°C (350°F) durante 30-35 minutos.
4. Comprobar cocción: El pastel estará listo cuando al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
5. Enfriar: Deja que el pastel se enfríe en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que se enfríe completamente.