Preparación inicial (5 minutos)

1. Precalienta el horno a 350 °F (180 °C) y coloca una rejilla en el centro.
2. Engrasa un molde desmontable de 8 pulgadas (20 cm) con mantequilla y cubre el fondo con papel pergamino.
3. Pela, quita el corazón y corta las manzanas en rodajas finas (aproximadamente de 3 mm de grosor).
4. Mezcla las rodajas de manzana con el jugo de limón fresco en un bol grande para evitar que se oxiden.

Preparación de la masa (3 minutos)

1. En un bol grande, bate los huevos, el azúcar y la vainilla hasta que la mezcla esté pálida y esponjosa (aproximadamente 1 minuto).
2. Añade la mantequilla derretida y la leche mientras continúas mezclando.
3. Incorpora la ralladura de limón fresco.
4. En otro bol, mezcla la harina, el polvo para hornear y la sal.
5. Agrega gradualmente los ingredientes secos a los húmedos, mezclando solo hasta que estén combinados. No batas demasiado.

Montaje (2 minutos)

1. Vierte la mitad de la masa en el molde preparado.
2. Coloca la mitad de las rodajas de manzana en un patrón circular, superponiéndolas ligeramente.
3. Vierte la masa restante sobre las manzanas.
4. Decora la parte superior con las rodajas de manzana restantes, creando un patrón atractivo.

Horneado y acabado

1. Hornea durante 45-50 minutos o hasta que la superficie esté dorada y un palillo insertado en el centro salga limpio.
2. Deja enfriar el pastel en el molde durante 10 minutos.
3. Retira el aro desmontable y transfiere el pastel a una rejilla para enfriar completamente.
4. Una vez frío, espolvorea generosamente con azúcar en polvo antes de servir.