1. Preparar el pan:

• Trocea el pan del día anterior en pedazos medianos y colócalo en un recipiente grande.
• Añade 1 vaso y medio de agua (aproximadamente 400 ml) y mézclalo con las manos para humedecer el pan. El pan no debe quedar completamente empapado; solo un poco húmedo para que no se deshaga.

2. Freír los ingredientes:

• En una sartén grande, añade suficiente aceite de oliva para cubrir la base y caliéntalo.
• Cuando el aceite esté caliente, añade los pimientos cortados en tiras y los trozos de chorizo. Fría hasta que estén dorados y crujientes. Luego, retíralos y resérvalos.
• En el mismo aceite, fríe los 6 dientes de ajo (sin piel, cortados a la mitad) hasta que estén dorados y fragantes.

3. Cocinar las migas:

• Cuando los ajos estén listos, agrega los trozos de pan húmedo a la sartén. Remueve bien para que se impregnen del aceite y el sabor del ajo.
• Añade sal al gusto y, con una espátula o cuchara de palo, ve desmenuzando el pan en pequeñas bolitas. Cocina a fuego medio-alto, removiendo constantemente para evitar que se peguen al fondo, durante unos 40-50 minutos. El tiempo depende de si prefieres las migas más jugosas o más secas y tostadas.

4. Servir:

• Una vez las migas estén en el punto que te guste, agrégales el chorizo y los pimientos fritos que reservaste. Remueve bien y deja que se integren los sabores.
• Sirve caliente. Si lo prefieres, acompáñalo con algo de panceta frita, lomo o incluso fruta, como melón, uvas o rodajas de plátano (como hacía la abuela)