Para las galletas:
- 250 g de almendras
- 50 g de azúcar
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharada de cacao amargo
- 8 g de levadura en polvo
- 2 huevos medianos
Para decorar:
- Azúcar glass
- Nueces
El Proceso Paso a Paso
1. Preparación de las Almendras
El primer paso y quizás el más importante es obtener una buena harina de almendras. Puedes comprarla ya preparada o hacerla tú mismo. Para prepararla:
- Utiliza almendras crudas, preferiblemente peladas
- Procésalas en un procesador de alimentos o molinillo potente
- Pulsa varias veces para evitar que se conviertan en pasta
- Busca una textura fina y suelta, similar a la harina tradicional
Si decides usar almendras con piel, tus galletas tendrán un aspecto más rústico y un ligero sabor más intenso, lo cual también puede ser muy atractivo.
2. Mezcla de Ingredientes Secos
En un recipiente amplio, combina cuidadosamente:
- La harina de almendras recién preparada
- El azúcar (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia de dulzor)
- La canela en polvo, que aporta ese aroma característico de la repostería marroquí
- El cacao amargo, que profundiza el sabor sin añadir excesivo dulzor
- La levadura en polvo, esencial para conseguir una textura ligera
Mezcla bien todos estos ingredientes secos con una cuchara o batidor de mano para asegurar una distribución uniforme de los sabores y leavdantes.
3. Incorporación de los Huevos
Este paso es crucial para conseguir la textura perfecta:
- Bate ligeramente los huevos en un recipiente aparte
- Añádelos gradualmente a la mezcla seca, incorporándolos con movimientos envolventes
- Trabaja la masa lo justo para integrar los ingredientes, sin amasar en exceso
- La consistencia debe ser manejable pero no pegajosa
Si la masa resulta demasiado húmeda, puedes añadir un poco más de almendra molida. Si está demasiado seca, unas gotas de esencia de vainilla o agua de azahar pueden ayudar a ajustar la consistencia a la vez que aportan aroma.
4. Formado de las Galletas
Ahora viene la parte divertida y creativa:
- Con las manos ligeramente humedecidas, toma pequeñas porciones de masa
- Forma bolitas del tamaño de una nuez (aproximadamente 2-3 cm de diámetro)
- Pásalas por azúcar glass, cubriendo toda la superficie
- Presiona ligeramente una nuez en el centro de cada galleta
Esta presentación tradicional con la nuez en el centro no solo es estéticamente atractiva, sino que también añade un contraste de texturas muy agradable al morder.
5. Horneado
El horneado requiere atención, ya que estas galletas pueden dorarse rápidamente:
- Precalienta el horno a 180°C
- Forra una bandeja de horno con papel de hornear
- Coloca las galletas dejando suficiente espacio entre ellas
- Hornea durante aproximadamente 15 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente
Es importante vigilar durante los últimos minutos, ya que el alto contenido de almendras hace que se doren rápidamente.
6. Enfriamiento
El paso final es crucial para conseguir la textura perfecta:
- Deja las galletas en la bandeja durante 5 minutos después de sacarlas del horno
- Transfiere con cuidado a una rejilla de enfriamiento
- Permite que se enfríen completamente antes de almacenarlas
Durante el enfriamiento, las galletas se asentarán y desarrollarán esa textura característica que se deshace en la boca.
Variaciones Culturales y Personales
La belleza de esta receta reside en su adaptabilidad. Algunas variaciones interesantes incluyen:
Versión con Agua de Azahar: Añade 1/2 cucharadita de agua de azahar a la masa para un aroma floral auténticamente marroquí.
Con Sésamo: Sustituye parte de las almendras por semillas de sésamo tostadas y molidas para una variante más crujiente.
Especiadas: Incorpora una pizca de cardamomo, clavo o jengibre molido para una explosión de sabores orientales.
Sin Cacao: Omite el cacao y aumenta la canela para una versión más clara y con sabor más tradicional.
Conservación y Presentación
Estas galletas se conservan perfectamente:
- En un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 4-5 días
- En el refrigerador hasta 2 semanas
- Congeladas (antes de hornear) hasta 3 meses
Para una presentación típicamente marroquí, sirve estas galletas en un plato decorativo acompañadas de té verde con menta o café aromático. La tradición sugiere presentarlas junto a otros dulces variados en una bandeja de metal repujado para crear un festín visual y gustativo.
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Galletas Marroquíes Sin Harina: Un Dulce Tesoro de la Repostería Mediterránea
Ingredients
Para preparar estas delicias necesitarás:
Para las galletas:
- 250 g de almendras
- 50 g de azúcar
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharada de cacao amargo
- 8 g de levadura en polvo
- 2 huevos medianos
Para decorar:
- Azúcar glass
- Nueces
Instructions
1. Preparación de las Almendras
El primer paso y quizás el más importante es obtener una buena harina de almendras. Puedes comprarla ya preparada o hacerla tú mismo. Para prepararla:
- Utiliza almendras crudas, preferiblemente peladas
- Procésalas en un procesador de alimentos o molinillo potente
- Pulsa varias veces para evitar que se conviertan en pasta
- Busca una textura fina y suelta, similar a la harina tradicional
Si decides usar almendras con piel, tus galletas tendrán un aspecto más rústico y un ligero sabor más intenso, lo cual también puede ser muy atractivo.
2. Mezcla de Ingredientes Secos
En un recipiente amplio, combina cuidadosamente:
- La harina de almendras recién preparada
- El azúcar (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia de dulzor)
- La canela en polvo, que aporta ese aroma característico de la repostería marroquí
- El cacao amargo, que profundiza el sabor sin añadir excesivo dulzor
- La levadura en polvo, esencial para conseguir una textura ligera
Mezcla bien todos estos ingredientes secos con una cuchara o batidor de mano para asegurar una distribución uniforme de los sabores y leavdantes.
3. Incorporación de los Huevos
Este paso es crucial para conseguir la textura perfecta:
- Bate ligeramente los huevos en un recipiente aparte
- Añádelos gradualmente a la mezcla seca, incorporándolos con movimientos envolventes
- Trabaja la masa lo justo para integrar los ingredientes, sin amasar en exceso
- La consistencia debe ser manejable pero no pegajosa
Si la masa resulta demasiado húmeda, puedes añadir un poco más de almendra molida. Si está demasiado seca, unas gotas de esencia de vainilla o agua de azahar pueden ayudar a ajustar la consistencia a la vez que aportan aroma.
4. Formado de las Galletas
Ahora viene la parte divertida y creativa:
- Con las manos ligeramente humedecidas, toma pequeñas porciones de masa
- Forma bolitas del tamaño de una nuez (aproximadamente 2-3 cm de diámetro)
- Pásalas por azúcar glass, cubriendo toda la superficie
- Presiona ligeramente una nuez en el centro de cada galleta
Esta presentación tradicional con la nuez en el centro no solo es estéticamente atractiva, sino que también añade un contraste de texturas muy agradable al morder.
5. Horneado
El horneado requiere atención, ya que estas galletas pueden dorarse rápidamente:
- Precalienta el horno a 180°C
- Forra una bandeja de horno con papel de hornear
- Coloca las galletas dejando suficiente espacio entre ellas
- Hornea durante aproximadamente 15 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente
Es importante vigilar durante los últimos minutos, ya que el alto contenido de almendras hace que se doren rápidamente.
6. Enfriamiento
El paso final es crucial para conseguir la textura perfecta:
- Deja las galletas en la bandeja durante 5 minutos después de sacarlas del horno
- Transfiere con cuidado a una rejilla de enfriamiento
- Permite que se enfríen completamente antes de almacenarlas
Durante el enfriamiento, las galletas se asentarán y desarrollarán esa textura característica que se deshace en la boca.
Beneficios Nutricionales
Más allá de su delicioso sabor, estas galletas tienen algunas ventajas nutricionales:
- Las almendras aportan proteínas, grasas saludables y vitamina E
- Al no contener harina refinada, tienen un índice glucémico más bajo que las galletas convencionales
- La canela puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre
- El cacao puro es rico en antioxidantes
Aunque siguen siendo un dulce y deben consumirse con moderación, representan una alternativa más nutritiva que muchas otras opciones de repostería.
Conclusión
Las galletas marroquíes sin harina son mucho más que un simple dulce: son una puerta de entrada a la rica tradición gastronómica del norte de África, con sus aromas intensos y texturas sorprendentes. Fáciles de preparar y con ingredientes accesibles, estas galletas te permitirán viajar a través de los sabores sin salir de tu cocina.
Ya sea que busques una alternativa sin gluten, desees explorar nuevos horizontes culinarios o simplemente quieras sorprender a tus invitados con algo diferente, estas delicadas creaciones marroquíes merecen un lugar en tu repertorio de repostería.