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Galletas Energéticas SIN Harina ni Azúcar – ¡Deliciosas y saludables

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Los albaricoques secos son una joya en esta receta, y me encanta usarlos por su dul profondeza natural. Vienen deshidratados, lo que concentra su sabor y les da una textura masticable que contrasta con lo crujiente de las galletas. Los hidrato un poco para que sean más fáciles de trabajar y aporten jugosidad.

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Las nueces pecanas son mi elección favorita por su suavidad y sabor a nuez ligeramente dulce. No son tan duras como otras nueces, lo que las hace perfectas para triturarlas en trozos pequeños. Añaden una riqueza que hace que estas galletas se sientan indulgentes sin ser pesadas.

Los cacahuetes aportan un toque terroso y robusto que equilibra los sabores más delicados. Me gusta usarlos porque son accesibles y tienen esa cualidad crujiente que adoro en un bocadillo. Además, su grasa natural ayuda a unir la masa sin necesidad de aceites adicionales.

Las almendras son otro ingrediente estrella que no puede faltar en mi mezcla. Tienen un sabor sutil pero distintivo que complementa a las demás nueces. Cuando las pico, añaden pequeños trozos crujientes que me encantan al morder.

Las semillas de calabaza son un detalle que me gusta incluir por su color y textura. Son firmes, con un sabor suave a nuez que se intensifica al hornearse. También me hacen sentir bien saber que estoy agregando algo tan nutritivo.

Las semillas de girasol son pequeñas pero poderosas en esta receta. Aportan un crujido delicado y un sabor ligeramente tostado que combina bien con todo lo demás. Las elijo porque son fáciles de encontrar y dan un toque rústico.

Las semillas de lino son mi truco para añadir un poco de cohesión a la masa. Tienen un sabor suave, casi imperceptible, pero su textura gelatinosa al mezclarse con líquidos ayuda a unir los ingredientes. Además, sé que son buenas para mi salud, lo cual es un bono.

Las semillas de sésamo me encantan por su tamaño diminuto y su gran personalidad. Aportan un sabor tostado que recuerda a los panes caseros, y quedan preciosas salpicadas en las galletas. Son un detalle pequeño que hace una gran diferencia.

La clara de huevo es esencial para que todo se mantenga junto. No aporta mucho sabor, pero su proteína actúa como pegamento natural para la masa. Me gusta usarla porque mantiene las galletas ligeras sin añadir grasas extras.

La miel es mi endulzante favorito en esta receta, y la elijo por su sabor floral y natural. Dependiendo de la variedad que uses, puede darle matices únicos a las galletas. Es pegajosa, dulce y perfecta para unir los ingredientes sin exagerar.

La ralladura de naranja es mi toque personal que hace que estas galletas sean especiales. Aporta un aroma fresco y cítrico que despierta los sentidos desde el primer momento. La obtengo de naranjas frescas, lo que asegura un sabor vibrante y auténtico.

Equipo Esencial

Para hacer estas galletas, necesito un horno confiable, mi mejor aliado en la cocina. No tiene que ser sofisticado, solo que mantenga una temperatura estable a 180°C. Es donde ocurre la magia del horneado.

También uso una bandeja para hornear con papel encerado o un poco de aceite. Esto evita que las galletas se peguen y hace que limpiar sea más fácil. Me gusta tener una superficie plana para darles forma bonita.

Un procesador de alimentos o un cuchillo afilado son mis herramientas para picar los ingredientes. No busco un polvo fino, sino trozos rústicos que den textura. Si no tengo procesador, lo hago a mano y disfruto el proceso.

Un bol grande es imprescindible para mezclar todo cómodamente. Me gusta usar uno de vidrio o metal donde pueda revolver sin que nada se derrame. Es simple, pero hace que todo sea más práctico.

Lista de Ingredientes con Medidas

Aquí está la lista exacta de lo que uso para estas galletas:

  • 60 g de albaricoques secos
  • 60 g de nueces pecanas
  • 100 g de cacahuetes
  • 30 g de almendras
  • 20 g de semillas de calabaza
  • 20 g de semillas de girasol
  • 1 cucharada de semillas de lino
  • 1 cucharada de semillas de sésamo
  • 1 clara de huevo
  • 1-2 cucharadas de miel
  • Ralladura de una naranja

Estos ingredientes son fáciles de encontrar en cualquier supermercado. Siempre reviso que estén frescos para obtener el mejor sabor. Con estas cantidades, hago unas 10-12 galletas pequeñas, perfectas para compartir.

Me gusta tener todo medido antes de empezar a cocinar. Así, el proceso fluye sin interrupciones y me concentro en disfrutar. Es un pequeño truco que hace la diferencia.

Instrucciones Paso a Paso

Primero, hidrato los albaricoques secos en agua caliente durante 10 minutos. Esto los ablanda y hace que sean más fáciles de picar después. Los escurro bien antes de seguir con el siguiente paso.

Luego, pico los frutos secos y las semillas en trozos pequeños pero no demasiado finos. Uso mi procesador de alimentos o un cuchillo, dependiendo de mi estado de ánimo. Me gusta que queden pedacitos visibles para una textura rústica.

Después, lavo una naranja y rallo su piel con cuidado, evitando la parte blanca. Esta ralladura le da un aroma fresco que llena mi cocina. La reservo para mezclarla con los demás ingredientes.

En un bol grande, combino los albaricoques picados, los frutos secos, las semillas y la ralladura. Revuelvo todo con una cuchara para que se distribuya bien. Es un momento divertido porque veo cómo los colores se mezclan.

A continuación, añado la clara de huevo y la miel al bol. Mezclo con las manos o una espátula hasta que todo se una en una masa pegajosa. Me aseguro de que no queden partes secas sueltas.

Precaliento mi horno a 180°C mientras formo las galletas. Tomo porciones pequeñas de masa y las coloco en una bandeja engrasada o con papel encerado. Les doy forma redonda o aplastada, según mi humor.

Horneo las galletas durante 15 minutos, vigilando que no se quemen. Cuando están doradas y crujientes por fuera, las saco del horno. Las dejo enfriar en la bandeja para que terminen de endurecerse.

Finalmente, las pruebo una vez que están frías y guardo el resto en un frasco. El aroma en mi cocina es increíble, y me siento orgullosa del resultado. Son perfectas para disfrutar en cualquier momento del día.

Solución de Problemas

A veces, la masa puede quedar demasiado seca y desmoronarse. Si me pasa, añado un poco más de miel o unas gotas de agua. Mezclo bien y pruebo hasta que se una correctamente.

Si las galletas se peguen a la bandeja, es porque olvidé engrasarla bien. La próxima vez, uso más aceite o papel encerado sin falta. También las dejo enfriar antes de moverlas para evitar que se rompan.

Cuando se queman un poco los bordes, sé que dejé el horno demasiado tiempo. Bajo el tiempo a 12-13 minutos en mi siguiente tanda. Cada horno es diferente, así que ajusto según el mío.

Si el sabor cítrico no se nota, quizás usé poca ralladura. La próxima vez, rallo una naranja entera con más entusiasmo. Es un detalle pequeño que hace una gran diferencia.

Consejos y Variaciones

Me gusta probar con diferentes frutos secos, como avellanas o nueces de Brasil. Cambian el sabor y mantienen las galletas interesantes. Solo me aseguro de mantener las proporciones similares.

A veces, añado una pizca de canela o jengibre en polvo a la masa. Le da un toque cálido que combina bien con la miel. Es perfecto para los días fríos de invierno.

Si quiero más dulzor, uso dátiles en lugar de albaricoques. Los pico finamente después de hidratarlos y mezclo como siempre. Es una variación que mis amigos adoran.

Para una versión más crujiente, dejo las galletas 2-3 minutos extra en el horno. Las vigilo de cerca para no pasarme. Así quedan perfectas para mojar en té o café.

Sugerencias de Servicio y Maridaje

Sirvo estas galletas en un plato bonito con una taza de té verde. El sabor fresco del té resalta el toque cítrico de la ralladura. Es mi combinación favorita para una tarde tranquila.

También van genial con un café negro por la mañana. La robustez del café equilibra la suavidad de las nueces y la miel. Me dan energía para empezar el día con fuerza.

Las presento como postre ligero con yogur natural. Espolvoreo unas galletas desmenuzadas encima para un crujido extra. Es simple pero se siente elegante.

Guardo algunas en mi bolso para un bocadillo rápido fuera de casa. Son fáciles de llevar y no se deshacen. Perfectas para un antojo saludable sobre la marcha.

Información Nutricional

Estas galletas son ricas en grasas saludables gracias a los frutos secos y semillas. Me dan energía duradera sin picos de azúcar. Son ideales para mantenerme satisfecha por horas.

La clara de huevo aporta proteína magra que ayuda a mis músculos. No tiene colesterol alto como la yema, lo cual me tranquiliza. Es un bonus que no esperaba al principio.

Los albaricoques y la miel ofrecen azúcares naturales en pequeñas cantidades. No me preocupan como el azúcar refinada, y me dan un impulso suave. Además, las semillas tienen fibra que apoya mi digestión.

No cuento calorías exactas, pero sé que son nutritivas y equilibradas. Cada galleta es un paquete de vitaminas y minerales en un tamaño pequeño. Me siento bien sabiendo que como algo tan completo.

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Galletas Energéticas SIN Harina ni Azúcar – ¡Deliciosas y saludables


  • Author: joana

Ingredients

Scale

Aquí está la lista exacta de lo que uso para estas galletas:

  • 60 g de albaricoques secos
  • 60 g de nueces pecanas
  • 100 g de cacahuetes
  • 30 g de almendras
  • 20 g de semillas de calabaza
  • 20 g de semillas de girasol
  • 1 cucharada de semillas de lino
  • 1 cucharada de semillas de sésamo
  • 1 clara de huevo
  • 12 cucharadas de miel
  • Ralladura de una naranja

Estos ingredientes son fáciles de encontrar en cualquier supermercado. Siempre reviso que estén frescos para obtener el mejor sabor. Con estas cantidades, hago unas 10-12 galletas pequeñas, perfectas para compartir.

Me gusta tener todo medido antes de empezar a cocinar. Así, el proceso fluye sin interrupciones y me concentro en disfrutar. Es un pequeño truco que hace la diferencia.


Instructions

Primero, hidrato los albaricoques secos en agua caliente durante 10 minutos. Esto los ablanda y hace que sean más fáciles de picar después. Los escurro bien antes de seguir con el siguiente paso.

Luego, pico los frutos secos y las semillas en trozos pequeños pero no demasiado finos. Uso mi procesador de alimentos o un cuchillo, dependiendo de mi estado de ánimo. Me gusta que queden pedacitos visibles para una textura rústica.

Después, lavo una naranja y rallo su piel con cuidado, evitando la parte blanca. Esta ralladura le da un aroma fresco que llena mi cocina. La reservo para mezclarla con los demás ingredientes.

En un bol grande, combino los albaricoques picados, los frutos secos, las semillas y la ralladura. Revuelvo todo con una cuchara para que se distribuya bien. Es un momento divertido porque veo cómo los colores se mezclan.

A continuación, añado la clara de huevo y la miel al bol. Mezclo con las manos o una espátula hasta que todo se una en una masa pegajosa. Me aseguro de que no queden partes secas sueltas.

Precaliento mi horno a 180°C mientras formo las galletas. Tomo porciones pequeñas de masa y las coloco en una bandeja engrasada o con papel encerado. Les doy forma redonda o aplastada, según mi humor.

Horneo las galletas durante 15 minutos, vigilando que no se quemen. Cuando están doradas y crujientes por fuera, las saco del horno. Las dejo enfriar en la bandeja para que terminen de endurecerse.

Finalmente, las pruebo una vez que están frías y guardo el resto en un frasco. El aroma en mi cocina es increíble, y me siento orgullosa del resultado. Son perfectas para disfrutar en cualquier momento del día.

Resumen de la Receta y Preguntas Frecuentes

En resumen, estas galletas son fáciles, saludables y llenas de sabor. Mezclo frutos secos, semillas, miel y ralladura de naranja, luego horneo a 180°C por 15 minutos. El resultado es un bocadillo que amo y que siempre tengo listo.

¿Puedo congelarlas? Sí, las guardo en un recipiente hermético y duran semanas en el congelador. Solo las descongelo a temperatura ambiente antes de comerlas.

¿Y si no tengo miel? Uso jarabe de arce o pasta de dátiles como alternativa. Funcionan igual de bien para unir y endulzar la masa.

¿Por qué mis galletas quedan blandas? Quizás necesitan más tiempo en el horno o menos líquido en la masa. Ajusto según mi experiencia y quedan perfectas la próxima vez.

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