Ingredients
Scale
- 100 g de mantequilla, a temperatura ambiente y en dados.
- 200 g de queso Philadelphia.
- 250 g de harina de repostería.
- 1 pizca de sal.
- 1 cucharadita de pasta de vainilla.
- 80 g de azúcar.
Instructions
1. Preparar la masa
- En un bol grande, mezcla la mantequilla, el queso Philadelphia, la sal y la pasta de vainilla hasta obtener una textura suave y homogénea.
- Añade la harina poco a poco, mezclando hasta que la masa esté uniforme y sin grumos.
2. Estirar la masa
- Coloca la masa entre dos hojas de papel de horno.
- Con un rodillo, estírala hasta alcanzar un grosor de aproximadamente 2-3 mm. Intenta darle una forma rectangular para facilitar el siguiente paso.
3. Enfriar y preparar el cilindro
- Refrigera la masa estirada durante unos 30 minutos. Esto hará que sea más fácil manipularla.
- Espolvorea la masa con unas 3 cucharadas de azúcar.
- Enrolla la masa formando un cilindro compacto.
4. Cortar las galletas
- Con un cuchillo afilado, corta el cilindro en rodajas de aproximadamente ½ cm de grosor.
- Reboza cada rodaja en azúcar para conseguir un efecto caramelizado durante el horneado.
5. Hornear
- Precalienta el horno a 200°C.
- Coloca las galletas en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando espacio entre ellas para que no se peguen al expandirse.
- Hornea durante 20 minutos o hasta que estén doradas.
6. Dejar enfriar
- Retira las galletas del horno y colócalas sobre una rejilla para que enfríen completamente antes de servir.
Notes
- Philadelphia light: Si prefieres una versión más ligera, puedes utilizar queso Philadelphia light.
- Alternativas a la vainilla: Si no tienes pasta de vainilla, utiliza las semillas de una vaina de vainilla o unas gotas de esencia de vainilla.
- Caramelizado perfecto: Rebozar las galletas con azúcar antes de hornear les da un acabado crujiente y reduce la cantidad de azúcar necesaria en la masa