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Galletas de Garbanzo y Parmesano

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Aquí está lo que uso para hacer estas Galletas de Garbanzo y Parmesano, claro y sencillo. Esta lista es mi guía para un montón de galletas crujientes, con cosas fáciles de encontrar. ¡Vamos a prepararlo!

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    • 1 taza de garbanzos cocidos
    • ½ taza de queso parmesano rallado
    • 1 diente de ajo picado
    • 2 cucharadas de harina de almendra
    • 1 huevo
    • 1 cucharadita de orégano seco
    • ½ cucharadita de tomillo seco
    • ½ cucharadita de sal
    • ¼ cucharadita de pimienta negra molida
    • 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

Estas cantidades me dan unas galletas perfectas—crujientes y llenas de sabor. La taza de garbanzos y la media taza de parmesano son mi fórmula ideal. Es una lista simple pero poderosa.

Las medidas son justas para esa textura que busco, y el aceite las hace brillar. Puedo duplicarlo si quiero más—se adapta sin problema. ¡Esta es mi clave para un snack inolvidable!

Paso a Paso

Empiezo precalentando el horno a 180°C y forrando una bandeja con papel pergamino—mi lienzo está listo. Trituro 1 taza de garbanzos cocidos con un tenedor hasta que quedan como pasta—es un paso que disfruto por lo simple. Lo hago en un bol, viendo cómo se transforma.

Luego mezclo ½ taza de parmesano rallado, 1 diente de ajo picado, 2 cucharadas de harina de almendra, 1 huevo, 1 cucharadita de orégano, ½ cucharadita de tomillo, ½ cucharadita de sal y ¼ de pimienta—huele increíble. Revuelvo hasta que todo se une en una masa firme que me emociona. Formo bolitas pequeñas y las aplasto un poco para darles forma de galletas.

Las coloco en la bandeja, pincelo con 2 cucharadas de aceite de oliva y las horneo 15-20 minutos hasta que están doradas—el crujido es mi señal. Las dejo enfriar en la bandeja unos minutos antes de moverlas—paciencia vale la pena aquí. ¡Ya están listas para disfrutar solas o con un dip!

Solución de Problemas

A veces las cosas no salen perfectas, pero tengo trucos para estas galletas. Si la masa está muy húmeda, añado una cucharada extra de harina de almendra—la seca al instante. ¿Muy seca? Un chorrito de agua la arregla.

Si no se doran, subo el horno a 190°C los últimos 5 minutos—crujientes en un abrir y cerrar de ojos. ¿Se pegan? Más pergamino o un poco de aceite en la bandeja lo soluciona.

Cuando se deshacen, es que no las aplasté bien—las presiono más firme la próxima vez. Si están blandas, las dejé poco en el horno—20 minutos es mi máximo ahora. Estos ajustes las mantienen ideales.

Todo es prueba y error, y he aprendido a ajustarlas a mi gusto. Una galleta de prueba me dice si el tiempo está bien. Cada horneada me enseña, y me encanta.

Consejos y Variaciones

He descubierto formas de hacer estas galletas aún más ricas, y me emociona compartirlas. Para más sabor, subo el parmesano a ¾ de taza—queda intenso y delicioso. Un toque de pimentón ahumado en la masa les da un giro atrevido.

Si quiero variar, uso queso pecorino en lugar de parmesano—salado y diferente. Agregar semillas de sésamo por encima aporta un crujido extra que amo. O pruebo con romero en vez de tomillo—fresco y herbal.

Para forma, las hago más grandes como crackers—perfectas para dips. A veces las congelo antes de hornear—15 minutos desde凍結 y listo. Cada cambio las hace únicas.

Mi mejor consejo es no apurar el enfriado—crujen más así. Juego con estas ideas según mi antojo, y siempre salen bien. ¡Son mis galletas, a mi estilo!

Sugerencias de Servicio y Maridaje

Sirvo estas galletas tibias o frías, apiladas en un plato—crujientes y tentadoras. Quedan geniales con un dip como hummus, luciendo su textura dorada. Para una reunión, las pongo en una tabla con salsas—simple pero elegante.

Combinan perfecto con un té helado—refresca su sabor salado de maravilla. Una cerveza ligera también va genial, cortando lo rico con un toque fresco. Para algo especial, las acompaño con un vino blanco seco—pura sofisticación.

Si quiero impresionar, las sirvo con guacamole al lado—eleva cada mordida. También las he desmenuzado sobre una ensalada—un crujido sorpresa que encanta. Se adaptan a cualquier momento que tenga.

Me encanta llevarlas a picnics—viajan bien y siempre sorprenden. Frescas son lo mejor, pero aguantan un día si las guardo bien. ¡Son mi crujiente regalo para compartir o disfrutar sola!

Información Nutricional

No soy experta, pero puedo estimar qué llevan estas galletas por sus ingredientes. Una galleta—digamos 12 en total—podría tener 80-100 calorías, con garbanzos y parmesano sumando. Es un snack, así que no me preocupo mucho por los números.

La grasa viene del queso y el aceite, los carbohidratos de los garbanzos—proteína buena, gracias a ellos y al huevo. La sal está en el parmesano y la que añado, pero es ligera. Es un placer saludable, no comida pesada.

Estas son mi gusto sin culpa, no algo diario—las disfruto sin analizarlas. ¿Más ligeras? Reduzco el queso o uso menos aceite la próxima vez. Para mí, la satisfacción pesa más que las calorías.

Son mi escape crujiente, y las saboreo sin remordimientos en pequeñas dosis. Una o dos con un café las mantiene equilibradas y alegres. ¡Valen cada mordida, créeme!

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Galletas de Garbanzo y Parmesano


  • Author: joana

Ingredients

Scale
    • 1 taza de garbanzos cocidos
    • ½ taza de queso parmesano rallado
    • 1 diente de ajo picado
    • 2 cucharadas de harina de almendra
    • 1 huevo
    • 1 cucharadita de orégano seco
    • ½ cucharadita de tomillo seco
    • ½ cucharadita de sal
    • ¼ cucharadita de pimienta negra molida
    • 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

Instructions

Empiezo precalentando el horno a 180°C y forrando una bandeja con papel pergamino—mi lienzo está listo. Trituro 1 taza de garbanzos cocidos con un tenedor hasta que quedan como pasta—es un paso que disfruto por lo simple. Lo hago en un bol, viendo cómo se transforma.

Luego mezclo ½ taza de parmesano rallado, 1 diente de ajo picado, 2 cucharadas de harina de almendra, 1 huevo, 1 cucharadita de orégano, ½ cucharadita de tomillo, ½ cucharadita de sal y ¼ de pimienta—huele increíble. Revuelvo hasta que todo se une en una masa firme que me emociona. Formo bolitas pequeñas y las aplasto un poco para darles forma de galletas.

Las coloco en la bandeja, pincelo con 2 cucharadas de aceite de oliva y las horneo 15-20 minutos hasta que están doradas—el crujido es mi señal. Las dejo enfriar en la bandeja unos minutos antes de moverlas—paciencia vale la pena aquí. ¡Ya están listas para disfrutar solas o con un dip!

Resumen de la Receta y Preguntas Frecuentes

Estas Galletas de Garbanzo y Parmesano son mi camino rápido a un snack crujiente y sabroso. Trituro garbanzos, mezclo con parmesano y hierbas, formo galletas y horneo hasta dorar—listas para brillar. Son fáciles, ricas y siempre un éxito.

Me preguntan, “¿Puedo usar garbanzos en lata?” Sí, escúrrelos bien—funcionan perfecto. “¿Cómo las hago más crujientes?” 20 minutos en el horno y enfriarlas completamente—clave.

Otra duda: “¿Sin harina de almendra?” Harina común sirve, pero cambia la textura un poco. “¿Cuánto duran?” 3-4 días en un recipiente—no suelen durar tanto en mi casa.

Esta receta es mi joya salada, y espero que la hagas tuya también. Es simple, deliciosa y llena de sabor—todo lo que amo en un bocado. ¿Preguntas? ¡Estoy aquí para ayudar!

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Para ver los PASOS de cocción completos, ve a la página siguiente o abre el botón (>) y no te olvides de COMPARTIR con tus amigos de Facebook.

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