Paso 1: Prepara las Zanahorias
¡Empecemos con dulzura!—toma 3 zanahorias medianas (500 g), pélalas y córtalas en rodajas finas (me encanta ese naranja brillante!). Colócalas en una olla con 2 vasos de agua (500 ml)—cocina a fuego medio 15-20 minutos ‘til que estén blandas (mi cocina huele a zanahoria y me hace saltar!). Escurre bien—pásalas a un bol grande y haz puré con un tenedor o licuadora (mi corazón late con esa suavidad!). Es la base dulce—pura magia natural.

Paso 2: Cocina las Delicias
Vierte el puré en una olla—añade ½ vaso de azúcar (90 g) y mezcla bien (me emociono con ese brillo dulce!). En un vaso pequeño, disuelve 3 cucharadas de almidón de maíz (30 g) en ½ vaso de agua (125 ml)—revuelve ‘til que no haya grumos y échalo a la olla (mi cocina huele a futuro dulce!). Cocina a fuego medio—revuelve con una espátula ‘til que espese y se despegue, unos 5-7 minutos (me siento pro con esa textura!).

Paso 3: Forma y Enfría
Engrasa un molde de 20×20 cm con aceite o forra con papel pergamino—vierte la mezcla caliente y alisa con una espátula (me encanta esa superficie suave!). Cubre con film o tapa—lleva al refrigerador por 3 horas ‘til que esté firme (mi corazón late con cada hora!). Es como esperar un regalo—pura paciencia dulce.

Paso 4: Decora y Sirve
Desmolda sobre un plato—corta en cuadrados o rectángulos (me siento artista con cada corte!). Pasa por ½ taza de coco rallado (50 g)—decora con ¼ taza de pistachos picados si quieres (te juro que vas a suspirar como yo la primera vez!). Sirve frías o a temperatura ambiente con té o café—guarda si sobra (en mi casa no dura mucho!).