1. Prepara el pollo:

1. Cocina la pechuga de pollo a tu preferencia: hervida con sal y hierbas durante 20 minutos, o asada en el horno a 200°C por 25-30 minutos.
2. Una vez cocido, deja enfriar un poco y desmenúzalo cuidadosamente con tenedores o las manos.

2. Prepara la bechamel:

1. Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio.
2. Añade la harina y remueve constantemente durante 2-3 minutos hasta obtener una pasta dorada.
3. Vierte la leche poco a poco mientras remueves vigorosamente para evitar grumos.
4. Cocina hasta que la mezcla espese y quede homogénea. Añade sal y nuez moscada.

3. Mezcla el relleno:

1. En una sartén, sofríe la cebolla hasta que esté transparente.
2. Agrega el pollo desmenuzado y sazona con sal y pimienta al gusto.
3. Incorpora la bechamel y mezcla bien. Añade el queso rallado. Cocina 2 minutos más y retira del fuego.
4. Deja enfriar la mezcla en la nevera durante al menos 1 hora.

4. Forma las croquetas:

1. Toma pequeñas porciones de la mezcla y dales forma ovalada o redonda.
2. Pásalas por harina, luego por huevo batido y, finalmente, cúbrelas con pan rallado.

5. Fríe las croquetas:

1. Calienta suficiente aceite en una sartén profunda.
2. Fríe las croquetas en pequeñas tandas hasta que estén doradas por todos lados.
3. Escurre sobre papel absorbente y sirve calientes.