1. Preparar la base de las croquetas

1. En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio.
2. Añade la cebolla y el ajo picados, y sofríe hasta que estén tiernos y transparentes.
3. Incorpora la harina y cocina durante 2-3 minutos, removiendo constantemente, para eliminar el sabor crudo.
4. Poco a poco, añade la leche caliente mientras mezclas con unas varillas para evitar grumos.

2. Incorporar las gambas y sazonar

1. Cuando la mezcla comience a espesar, añade las gambas picadas y cocina durante 5 minutos.
2. Agrega sal, pimienta, nuez moscada y perejil picado (si lo deseas).
3. Cocina hasta que la mezcla sea espesa y homogénea.

3. Reposar la masa

1. Transfiere la masa a una bandeja y cúbrela con papel film, asegurándote de que toque la superficie para evitar que se forme una costra.
2. Refrigera durante al menos 2 horas o hasta que esté completamente fría.

4. Formar las croquetas

1. Con las manos ligeramente húmedas, toma porciones de la masa y dales forma alargada o redonda, según prefieras.
2. Coloca las croquetas formadas sobre una bandeja forrada con papel de horno.

5. Empanar las croquetas

1. Pasa cada croqueta primero por harina, luego por huevo batido y, finalmente, por pan rallado.
2. Asegúrate de que queden bien cubiertas para obtener un empanado uniforme.

6. Freír las croquetas

1. Calienta abundante aceite en una sartén o freidora a 175°C.
2. Fríe las croquetas en pequeños lotes para mantener la temperatura del aceite constante.
3. Cocina hasta que estén doradas por todos lados, aproximadamente 2-3 minutos.
4. Escurre sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.