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Budín Dulce de Calabaza: ¡Esponjoso, Saludable y Repleto de Sabor Otoñal!

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Vamos a platicar de la calabaza—es mi estrella otoñal que hace este budín tan jugoso. La horneo y machaco, y amo cómo su dulzura natural promete algo rico—me encanta porque es sana y deliciosa. ¡Es mi reina anaranjada! Los huevos grandes son mis compinches esponjosos—los bato y siento cómo le dan vida a la masa. Me gustan porque la hacen aireada—son mis pequeños héroes. La harina leudante es mi base mágica—la tamizo y siento cómo sube todo con facilidad. Me encanta porque hace el budín ligero—es mi apoyo favorito. La harina integral es mi toque rústico—la mezclo y amo cómo le da profundidad y fibra. Me gusta porque lo hace nutritivo—es mi aliada sana. El aceite vegetal es mi suavidad secreta—lo echo y sé que va a mantener la masa tierna. Me encanta porque es ligero—es mi aliado discreto. El azúcar es mi dulce amigo—lo bato y veo cómo endulza justo como me gusta. Me gusta porque le da esa chispa alegre—es mi alegría sencilla. La esencia de vainilla es mi calidez en gotas—la pongo y huelo ese aroma que me abraza. Me encanta porque le da un toque acogedor—es mi detalle estrella. El polvo de hornear es mi truco extra—lo mezclo y veo cómo el budín se infla como un sueño. Me gusta porque lo hace esponjoso—es mi empujón mágico. El chorrito de leche es mi suavizante opcional—lo añado y siento cómo aligera todo. Me encanta porque ajusta la textura—es mi toque flexible. La mantequilla y la harina para el molde son mi equipo antiadherente—las uso y amo cómo facilitan el desmoldado. Me gustan porque hacen el trabajo fácil—son mis aliados prácticos.

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Equipo Esencial

Mi horno es mi compa inseparable—lo pongo a 180°C y siento que la magia está por empezar. No necesito uno fancy, solo que me dé calor parejo para mi budín. Es donde todo cobra vida. Un molde para budín es mi aliado para formar—lo engraso y me emociono al verlo listo. Lo quiero firme para que salga perfecto—es mi base feliz. Un bol grande es mi nido para la mezcla—bato todo ahí y me divierto como niña. Lo quiero espacioso para que quepa mi entusiasmo—es mi hogar de sabores. Un batidor o espátula es mi herramienta estrella—mezclo con amor, sintiendo cada ingrediente. No hay nada como revolver con ganas—es mi toque personal.

Lista de Ingredientes con Medidas

Aquí está todo lo que uso, medido con cariño:

  • 200 g de calabaza (3 rodajas, cocida y hecha puré)
  • 2 huevos grandes
  • 125 g de harina leudante (¾ taza)
  • 125 g de harina integral (¾ taza)
  • 40 g de aceite vegetal (4 cucharadas soperas)
  • 100 g de azúcar (½ taza)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • ½ cucharadita de polvo de hornear
  • 1 chorrito de leche (si es necesario, aproximadamente 2-3 cucharadas)
  • Mantequilla y harina (para engrasar el molde)

Pongo todo en mi mesa y siento que estoy por armar algo increíble. Con esto sale un budín perfecto para 6—ideal para compartir o disfrutar sola si me pongo golosa. Es mi lista de oro para un día dulce y sano. Siempre reviso que tenga todo antes de arrancar—mi truco para no correr a última hora. ¿Qué peor que darte cuenta que te falta calabaza a medio camino? Así me mantengo relajada y lista.

Instrucciones Paso a Paso

Paso 1: Hornea la Calabaza
¡Empecemos con calor!—precalienta el horno a 200°C (390°F) y corta 200 g de calabaza en 3 rodajas (me encanta ese color anaranjado!). Colócalas en una bandeja—hornea 20-25 minutos ‘til que estén tiernas (mi cocina huele a otoño!). Saca la piel con un cuchillo—machaca la pulpa con un tenedor ‘til que sea puré (yo me tiento de probar aquí!). Deja enfriar por completo—es clave (yo espero ansiosa!).

Paso 2: Mezcla los Húmedos
En un bol grande, casca 2 huevos grandes—bátelos con 100 g de azúcar, 40 g de aceite vegetal y 1 cucharadita de esencia de vainilla—usa un batidor o espátula (me emociono con ese olor dulce!). Sigue batiendo 2 minutos ‘til que el azúcar se disuelva—se ve cremoso (mi corazón late rápido de emoción!). Esto es el alma húmeda del budín.

Paso 3: Añade el Puré
Incorpora el puré de calabaza frío a la mezcla—revuelve bien con la espátula ‘til que todo se una (me encanta ese color otoñal!). Hazlo con ganas—se ve anaranjado y hermoso (mi cocina ya huele a calabaza!).

Paso 4: Tamiza los Secos
Tamiza 125 g de harina leudante, 125 g de harina integral y ½ cucharadita de polvo de hornear en un bol—mezcla con una cucharita (me siento pro viendo ese polvo listo!). Añade poco a poco a la mezcla húmeda—revuelve con la espátula ‘til que no queden grumos (no te pases, ¡es espesa y así está bien!). Si queda muy pastosa, echa 2-3 cucharadas de leche—ajusta con cuidado (yo me emociono aligerándola!).

Paso 5: Prepara el Molde
Engrasa un molde para budín (22 cm de largo) con mantequilla—espolvorea harina y sacude el exceso (me encanta ese truco antiadherente!). Esto lo hace fácil de desmoldar—precalienta el horno a 180°C (350°F) mientras (mi corazón late con ilusión!).

Paso 6: Hornea el Budín
Vierte la mezcla en el molde—alisa la superficie con la espátula (me siento artista extendiendo esa masa!). Hornea 50 minutos—pincha con un palillo ‘til que salga limpio (mi cocina huele a calabaza y me hace saltar!). Vigila los últimos minutos—no te pases (yo miro por la ventanita como niña ansiosa!). Sácalo cuando esté dorado—ese color es pura delicia.

Paso 7: Enfría y Desmolda
Deja el budín en el molde 10 minutos—desmolda con cuidado y ponlo en una rejilla (me emociono viendo esa forma perfecta!). Deja enfriar del todo—es más fácil cortarlo (es duro esperar, pero vale cada segundo!).

Paso 8: Sirve y Disfruta
Corta en rebanadas—prueba esa esponjosidad con el sabor a calabaza (te juro que vas a suspirar como yo la primera vez!). Sirve tibio o a temperatura ambiente con café, té o un chorrito de miel—guarda en un táper si sobra (en mi casa no dura mucho!). Es tan rico y sano que querrás hacerlo siempre.

Solución de Problemas

Si no sube, mi polvo de hornear falló—la próxima lo chequeo antes. Es un bajón cuando queda plano, pero sabe rico igual—nadie nota mi error. A veces queda húmedo—ay, qué lío—y me doy cuenta que no lo horneé lo suficiente. La próxima lo dejo 55 minutos y vigilo—sale firme igual. Si sabe poco a calabaza, usé una insípida—escojo una dulce la próxima. Aprendo con cada budín, y siempre es un éxito—es parte del juego. Cuando se pega, no engrasé bien—unto más mantequilla la próxima. Todo se arregla con amor y práctica.

Consejos y Variaciones

Me encanta añadir canela—le da un calor que me hace suspirar. Es sutil, pero todos dicen “¿qué tiene de especial?”—pruébalo si te animas. A veces pongo nueces picadas—ese crujiente me vuelve loca. Se ve diferente y sabe increíble—es mi giro personal. Si quiero más dulce, uso azúcar morena—el sabor es una locura. Me siento creativa y queda divino—es mi toque atrevido. Para un extra húmedo, echo más puré de calabaza—queda como un sueño. Me hace sentir pro y luce precioso—es mi truco favorito.

Sugerencias de Servicio y Maridaje

Sirvo este budín con un té negro calentito—el dulce y el amargo se quieren tanto que me derrito. Es mi ritual para una tarde tranquila—me encanta esa dupla. Lo pongo con un café con leche cuando quiero darme un gustazo total—el café y la calabaza son para morirse de ricos. Mi placer de mañana—todos piden más. Lo llevo a reuniones cortado en rebanadas con un pañito—se ve tan casero que todos me halagan. Me siento la reina mientras lo comen y me piden la receta—es mi as bajo la manga. Lo guardo en la nevera y me sirvo un pedacito a medianoche con un té—mi momento secreto. Es como un abrazo cuando nadie mira—no hay nada que lo supere.

Información Nutricional

Este budín tiene grasa del aceite, pero me da energía y felicidad pura. No es pesado, pero me levanta el ánimo, y no me preocupo demasiado—cada bocado es un subidón. Los huevos y la calabaza traen proteína y fibra—me siento un poquito menos culpable. Es más sano con harina integral, con su lado bueno escondido—me digo que es equilibrio a mi estilo. El azúcar es dulce y cálido, y no cuento calorías—es un placer, no un examen. La calabaza le da un toque fresco que amo, así que me siento menos traviesa—lo como despacito y lo disfruto al máximo. No tengo números exactos, pero sé que me nutre el alma más que nada—tiene calorías, claro, pero vale cada una por la alegría que trae. Lo como y me siento viva, eso es lo que cuenta.

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Budín Dulce de Calabaza: ¡Esponjoso, Saludable y Repleto de Sabor Otoñal!


  • Author: joana

Description

Prepara este Budín Dulce de Calabaza: esponjoso, saludable y lleno de sabor con puré de calabaza. ¡Receta fácil para desayunos o meriendas!


Ingredients

Scale

Aquí está todo lo que uso, medido con cariño:

  • 200 g de calabaza (3 rodajas, cocida y hecha puré)
  • 2 huevos grandes
  • 125 g de harina leudante (¾ taza)
  • 125 g de harina integral (¾ taza)
  • 40 g de aceite vegetal (4 cucharadas soperas)
  • 100 g de azúcar (½ taza)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • ½ cucharadita de polvo de hornear
  • 1 chorrito de leche (si es necesario, aproximadamente 23 cucharadas)
  • Mantequilla y harina (para engrasar el molde)

Pongo todo en mi mesa y siento que estoy por armar algo increíble. Con esto sale un budín perfecto para 6—ideal para compartir o disfrutar sola si me pongo golosa. Es mi lista de oro para un día dulce y sano. Siempre reviso que tenga todo antes de arrancar—mi truco para no correr a última hora. ¿Qué peor que darte cuenta que te falta calabaza a medio camino? Así me mantengo relajada y lista.


Instructions

Paso 1: Hornea la Calabaza
¡Empecemos con calor!—precalienta el horno a 200°C (390°F) y corta 200 g de calabaza en 3 rodajas (me encanta ese color anaranjado!). Colócalas en una bandeja—hornea 20-25 minutos ‘til que estén tiernas (mi cocina huele a otoño!). Saca la piel con un cuchillo—machaca la pulpa con un tenedor ‘til que sea puré (yo me tiento de probar aquí!). Deja enfriar por completo—es clave (yo espero ansiosa!).

Paso 2: Mezcla los Húmedos
En un bol grande, casca 2 huevos grandes—bátelos con 100 g de azúcar, 40 g de aceite vegetal y 1 cucharadita de esencia de vainilla—usa un batidor o espátula (me emociono con ese olor dulce!). Sigue batiendo 2 minutos ‘til que el azúcar se disuelva—se ve cremoso (mi corazón late rápido de emoción!). Esto es el alma húmeda del budín.

Paso 3: Añade el Puré
Incorpora el puré de calabaza frío a la mezcla—revuelve bien con la espátula ‘til que todo se una (me encanta ese color otoñal!). Hazlo con ganas—se ve anaranjado y hermoso (mi cocina ya huele a calabaza!).

Paso 4: Tamiza los Secos
Tamiza 125 g de harina leudante, 125 g de harina integral y ½ cucharadita de polvo de hornear en un bol—mezcla con una cucharita (me siento pro viendo ese polvo listo!). Añade poco a poco a la mezcla húmeda—revuelve con la espátula ‘til que no queden grumos (no te pases, ¡es espesa y así está bien!). Si queda muy pastosa, echa 2-3 cucharadas de leche—ajusta con cuidado (yo me emociono aligerándola!).

Paso 5: Prepara el Molde
Engrasa un molde para budín (22 cm de largo) con mantequilla—espolvorea harina y sacude el exceso (me encanta ese truco antiadherente!). Esto lo hace fácil de desmoldar—precalienta el horno a 180°C (350°F) mientras (mi corazón late con ilusión!).

Paso 6: Hornea el Budín
Vierte la mezcla en el molde—alisa la superficie con la espátula (me siento artista extendiendo esa masa!). Hornea 50 minutos—pincha con un palillo ‘til que salga limpio (mi cocina huele a calabaza y me hace saltar!). Vigila los últimos minutos—no te pases (yo miro por la ventanita como niña ansiosa!). Sácalo cuando esté dorado—ese color es pura delicia.

Paso 7: Enfría y Desmolda
Deja el budín en el molde 10 minutos—desmolda con cuidado y ponlo en una rejilla (me emociono viendo esa forma perfecta!). Deja enfriar del todo—es más fácil cortarlo (es duro esperar, pero vale cada segundo!).

Paso 8: Sirve y Disfruta
Corta en rebanadas—prueba esa esponjosidad con el sabor a calabaza (te juro que vas a suspirar como yo la primera vez!). Sirve tibio o a temperatura ambiente con café, té o un chorrito de miel—guarda en un táper si sobra (en mi casa no dura mucho!). Es tan rico y sano que querrás hacerlo siempre.

Resumen de la Receta y Preguntas Frecuentes

Este Budín Dulce de Calabaza es mi orgullo: esponjoso, saludable, horneado a 180°C por 50 minutos—lo hago en pasos—horneo, bato, mezclo, enfrío—y es el sueño de cualquier amante de lo dulce y otoñal. Es mi joya casera favorita. ¿Puedo hacerlo antes? Sí, lo preparo y lo guardo en la nevera 2-3 días—me encanta tenerlo listo para antojos rápidos. ¿Y si no tengo harina integral? Uso solo leudante—queda igual de rico—no hay excusa para no hacerlo. ¿Por qué no sube? Quizá mi horno falló—lo chequeo y ajusto la próxima—con práctica, sale perfecto y me siento pro.

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Para ver los PASOS de cocción completos, ve a la página siguiente o abre el botón (>) y no te olvides de COMPARTIR con tus amigos de Facebook.

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