1. Preparar la Leche Cortada:

• Mezcla la leche con el zumo de limón en un recipiente pequeño y deja reposar durante unos minutos. Esto formará una especie de buttermilk, que aportará humedad y textura al bizcocho.

2. Preparar la Masa:

1. En el bol de una batidora, bate los huevos junto con el azúcar y la vainilla a alta velocidad hasta que la mezcla esté blanquecina y esponjosa. Este paso es clave para obtener un bizcocho ligero.
2. Incorpora la leche cortada y el aceite de oliva mientras sigues batiendo a velocidad media.
3. En otro bol, tamiza juntos el cacao en polvo, las harinas, la sal y la levadura. Añade esta mezcla seca al bol de la batidora y bate a velocidad baja hasta integrar.
4. Agrega el chocolate negro picado y mezcla ligeramente para distribuirlo de manera uniforme.

3. Hornear:

1. Precalienta el horno a 200°C.
2. Forra un molde de 20 cm con papel de hornear para evitar que el bizcocho se pegue.
3. Vierte la masa en el molde y alisa la superficie con una espátula.
4. Hornea durante 30 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
5. Retira del horno y deja enfriar el bizcocho sobre una rejilla durante al menos 20 minutos.

4. Preparar el Glaseado:

1. Funde el chocolate junto con el aceite de oliva en el microondas a baja potencia o al baño maría, removiendo con una espátula hasta obtener una mezcla suave y brillante.
2. Vierte el glaseado sobre el bizcocho tibio y extiéndelo uniformemente con una espátula.

5. Decorar:

• Espolvorea los nibs de cacao, las nueces tostadas y unas escamas de sal ahumada sobre el glaseado aún fresco.
• Deja reposar en el frigorífico hasta que el glaseado se endurezca.